MANIFIESTO

Porque no es el mejor momento posible: literatura. Porque necesitamos voces que afancen ideas que abran espacios. Porque el único imperativo aceptable, DUDAD, no exige ser aceptado. Porque la libertad es el lenguaje, lo que con él se piensa, y de ahí pasa al cuerpo. Porque un libro no agota jamás la condición del viaje. Porque escribir es no aceptar lo irremediable y, a la vez, un movimiento constante. Porque leer desobedece y enseña a decir NO. Porque las letras salvan, alivian, duelen, ríen, celebran, esclarecen, desasosiegan. Porque una página puede ser a la vez todos los mundos y los destinos; y preferiblemente ninguna meta. Porque queremos propagar Eñe como un laberinto de gentes que alumbran y contradicen, y no huyen del desconcierto. Porque apostamos al extravío y al placer de encontrarnos en los poemas, las novelas, el teatro, la música, el humor o el pensamiento de otros. Pero encontrarnos. Porque queremos seguir explorando. Porque los límites no siempre contienen. Porque Eñe es un festival de ningún país, de ninguna ciudad, de ningún tiempo, sino de todos los autores, editores y lectores. Porque Eñe es vuestro.