Ventana a la literatura gallega

El sábado 15 de noviembre, el Salón de Baile se convirtió en escenario dispuesto a abrir una Ventana a la literatura gallega con El sitio de la poesía, un encuentro que reunió a Samuel L. París y a Miriam Reyes. Desde el incio, la atmósfera se impregnó de una expectación ligera, casi juguetona, cuando París tomó la palabra con su estilo cercano y un humor que desarmaba cualquier formalidad. Entre bromas sobre la estructura de su recital y la importancia casi ceremonial de aplaudir, logró que el público entrara rápidamente en un estado de confianza compartida.

Comenzó su lectura con el poema en gallego, Ese país del que usted me habla, escrito durante su estancia en la isla de San Simón. Su forma de recitar era dinámica, casi performativa: proponpia juegos verbales, invitaba al público a repetir versos, hilaba pequeños chistes que expandían la sonrisa general. Ese intercambio constante convirtió el salón en un espacio acogedor, donde la frontera entre autor y audiencia se desdibujó. Más adelante, ofrecio elegir entre “Poetas poetísimos” e “Historia da cultura”, reforzando la complicidad colectiva.  Finalmente, cerró con un fragmento de O único e verdadeiro deus das cousas que están feitas un cristo, retirándose bajo un aplauso largo y entusiasta.

Con la entrada de Miriam Reyes, reciente Premio Nacional 2025, el clima cambió de inmediato. Su presencia serena condujo a una concentración distinta: más silenciosa, más atenta. Leyó poemas de Con, en castellano, en un flujo continuo que evitaba marcar el inicio o el final de cada pieza. Su cadencia pausada, acompañada de movimientos lentos sobre el escenario, dio un peso especial a cada palabra, generando una atmósfera íntima, profunda y reflexiva. El público, antes risueño, guardó un silencio lleno de respeto.

El contraste entre París y Reyes dejó una impresión duradera: dos modos distintos de habitar la poesía gallega, ambos necesarios, ambos reveladores.