Ediciones

2019

Fronterizos

Organizado por el escritor y periodista Sergio del Molino, el Festival Eñe se desarrolló desde el 11 al 22 de noviembre en Madrid y que se desplazó a la ciudad de Málaga.

Con México como país invitado.

SERGIO DEL MOLINO
FRONTERIZOS

MANIFIESTO

Llega un momento en la vida de todo lector en que la ficción se le vuelve insípida. Todas las tramas le suenan y todas las novelas parecen ya leídas. Es un síntoma de vejez, una alerta que se enciende en el cerebro para avisar de que el cinismo está quemando el sistema nervioso. El destino del lector viejo parece siempre el descreimiento, que crece al ritmo de las dioptrías. Conforme cumplimos años y lecturas, nos cuesta más y más recordar ese fulgor de los libros juveniles, esos destellos de ingenuidad y entusiasmo que provocaron las historias que nos enamoraron y a las que no nos atrevemos a volver por si se han vuelto tan incoloras y tan inodoras como el resto de ficciones. Para no convertirnos en esos lectores omniscientes y amargados, buscamos más allá de la ficción razones que nos recuerden por qué leemos. Y es en los libros que se resisten al etiquetado automático, que lo mismo caben en un estante u otro de la biblioteca y que desconciertan a los críticos con vocación de botánicos (siempre nombrando géneros y especies), donde revivimos esa atracción chamánica. Escritores y lectores no somos, a fin de cuentas, más que contadores y oidores de historias. El artificio de la literatura solo tiene sentido si es capaz de mantener abierta y tensa la comunicación entre quien escribe y quien lee. Mago el primero, dueño de palabras encantadoras. Hechizado el segundo, temeroso de despertar del estado alterado de conciencia donde tanto disfruta. Los libros fronterizos, los que no proclaman una vocación clara y unívoca de ser ficciones, los que juegan a engañar, los que cuentan mentiras que parecen verdades, los que usan el yo con descaro, los que se camuflan como testimonios y reportajes, los que a veces son poesía y a veces no se sabe qué son, los que se leen para aprender algo y de los que se sale más ignorante y tembloroso. Esa literatura, siempre un paso más allá de la ficción, aunque relacionada de algún modo con ella (mediante el amor o el odio), es la que nos recuerda el poder chamánico de la palabra y por qué seguimos contándonos historias después de tantos siglos. Después de habernos contado todas las historias posibles. El Festival Eñe 2019 es una cueva donde recrearemos ese placer sobrenatural y a veces clandestino de contar historias y escucharlas. Narradores de todo tipo que se mueven en las fronteras de la ficción y lo real nos recordarán que somos animales simbólicos, necesitados de historias tanto como de agua y comida. Periodistas, poetas, ensayistas, monologuistas y artistas inclasificables demostrarán que la literatura sigue siendo una fiesta viva que se resiste a la disección del filólogo y la mortaja del museo. Cuando se enciendan las luces, lo que menos importará a los espectadores será la verdad o la mentira de lo que ha escuchado, porque reverberará en sus oídos el hechizo antiguo de los chamanes.