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El Placer de Compartir Lecturas en Libertad

17 nov 2025

No hubo tarta en el diálogo entre Marta Sanz y David Uclés sobre el placer de compartir lecturas en libertad, pero sí mucho que celebrar: el cincuentenario de la librería Rafael Alberti, cincuenta años de España en libertad y el cumpleaños de la autora invitada.

Los ponentes abrieron el diálogo reflexionando sobre el papel de las librerías como refugios y dinamizadoras culturales en tiempos de represión y polarización política. Ambos autores destacaron que los libreros sirven de filtro entre todo lo que se publica y ayudan a configurar el canon literario gracias a su criterio. Sanz subrayó que los libreros retan a los lectores a “estirarse” al recomendar libros distintos, frente a los algoritmos que refuerzan siempre el mismo gusto. Uclés defendió que, al leer textos literarios diversos, el lector tiene la oportunidad de asomarse al abismo sin caer en él.

Al hablar sobre la posibilidad de encontrar belleza en lo oscuro, Sanz distinguió entre poetizar el horror y usar la literatura para visibilizarlo. Mientras que lo primero consiste en volver algo inmoral más tolerable o graduarlo para que resulte más verosímil, lo segundo aprovecha precisamente lo inquietante para no suavizar lo grotesco. Cada enfoque cumple su propósito según aquello sobre lo que se quiera arrojar luz.

Cuando se trata del placer de leer, lo dionisíaco puede ir de la mano de lo apolíneo. Sanz recurrió a una metáfora erótica para subrayar que lo que cuesta leer y avanza despacio también puede proporcionar placer, frente a la idea actual de que lo placentero ha de ser rápido, ligero y fácil. Uclés la apoyó al advertir que no todo puede ser una sucesión de momentos culminantes, sino que hacen falta valles para no agotarse. Antes de que le cantaran «Cumpleaños feliz», Sanz cerró el diálogo comentando que aprende tanto de los libros buenos como de los malos: «Hasta los textos más planos te hacen formularte preguntas críticas».