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El placer de explorar lo no dicho

20 nov 2025

Casa de América volvió a ser sede del Festival Eñe. Allí tuvo lugar el conversatorio entre Renato Cisneros y Juan José Martínez D’Abuisson, moderado por Claudia Neira: Explorar la verdad en los abismos y silencios de la familia, organizado junto a AECID y Casa de Velázquez.

“No sé cómo un descenso a los infiernos puede ser placentero”, dijo Jesús Ruiz Mantilla, advirtiendo lo difícil que sería encontrar disfrute en un tema que hurga en los resquicios íntimos de las familias. Claudia Neira, periodista y gestora cultural nicaragüense, respondió que la literatura siempre será un placer pese al dolor que abarque. El trabajo de ambos autores parte del impulso por indagar lo no dicho, conocer las múltiples facetas de personas y sociedades que sin la ficción permanecerían ocultas. Tanto el peruano Renato Cisneros como el salvadoreño Juan José Martínez D’Abuisson escriben movidos por entender los horrores a los que están vinculados por lazos de sangre.

Martínez D’Abuisson estudió antropología en busca de explicaciones a la violencia que marcó su época, producto de la guerra que marcó la de sus padres, pero descubrió que ciertas historias solo pueden abordarse desde la literatura. Escribe movido por la urgencia de rescatar los relatos que se desvanecen en la memoria de su madre y que, a la vez, tejen la historia de su país. Su novela en proceso, escrita desde el exilio en Madrid, gira en torno a su tío Roberto D’Aubuisson, figura temida y reverenciada por igual. Confesó que su apellido provocaba reacciones extremas, “la gente al escucharlo, me odiaban o se me cuadraban como militares”, y que incluso no podía escribirlo en las planas de colegio.

Cisneros, por su parte, escribe para revisar la figura del “Gaucho” Cisneros, general del ejército durante el periodo de Fujimori. Necesitaba comprender a ese ser poliédrico que fue político, además de su padre. La distancia que nos separa fue, para él, una pugna entre el hijo que temía saber más y el escritor obsesionado con averiguarlo todo. El resultado es un libro íntimo y a la vez público, que indaga en la complejidad de los secretos que, se quiera o no, están presentes en todas las familias.

Fue una mesa donde afloró la valentía y la libertad. Abrir heridas nunca será un tema cómodo, pero se demostró que la literatura puede iluminar las partes más oscuras de una familia que es muchas veces, la de un país.