En el principio fue el grito. O el beso. Después, la música. Al final, la página. La poesía no se escribió: se dijo.

Hoy queremos volver al círculo primigenio donde todo verso nació: la tribu, el fuego, la voz que distorsiona el aire y construye una comunidad. Porque la poesía del futuro, esa es nuestra propuesta, es exactamente la misma que resonó por vez primera en las cuevas primitivas.

Convocamos a tres chamanes verbales para demostrar que el concepto de “neojuglaría” no es una invención, sino un descubrimiento. Que lo que llamamos “nuevo” hoy es el más antiguo de los gestos: el de abrir la boca y dejar que el universo se transforme. Y que no se trata solo de recitar: se trata de resucitar.

Es un secreto a voces: los juglares saben cómo despertar un poema usando únicamente la voz. Y los secretos.

Para conducir el ritual contamos con el poeta y agitador cultural Gonzalo Escarpa, el guía que requiere una verdadera celebración poética y eléctrica.

No permitas que se te pixele del todo el corazón: ven a recordar con nosotros que la poesía tiene cuerpo y que las palabras pueden cambiar su temperatura (y la tuya). Sabemos que el futuro se conjuga en pretérito perfecto, que la tradición es una forma de vanguardia y que el primer placer es el placer de decir. Sí, sí: simplemente, decir.

Todo lo demás es incertidumbre. Y nos encanta que sea así.

En colaboración con Ámbito Cultural de El Corte Inglés.