Ediciones
2025
Placer
Eñe reunió a más de 180 autores de 23 países en un programa con más de 90 actos en Málaga y Madrid.
Eñe 2025 se celebró del 11 al 30 de noviembre y reivindicó el placer: leer, crear, pensar, editar, reír, cantar, amar. El placer de estar vivos.
Esa edición del festival lanzó una invitación clara: disfrutar sin culpa con la palabra, el arte, la música y las ideas. Una cita con autores y autoras que buscaban el gozo incluso en los tiempos más oscuros.
Reivindicar el placer entonces no fue un lujo, fue un acto de rebeldía. Y en Eñe, esa rebeldía se celebró con libros, conversaciones y emoción compartida.
La nueva edad oscura nos tiene rodeados y agobiados entre la incertidumbre del horizonte hacia el que se dirigen nuestras libertades, nuestros derechos, nuestra existencia en un mundo que nos acecha con distopías, desgracias, catástrofes, hecatombes y nuevas formas de totalitarismo envueltas y disparadas por el brillo y la pulsión de las pantallas. En mitad de un contexto que amenaza negras predicciones, nada nos parece más rupturista, revolucionario y sano que una pertinente reivindicación del placer en esta edición del Festival Eñe.
El placer como fuente inspiradora del pensamiento, la literatura, el arte, la música… Desde los grecolatinos hasta el barroco, del Renacimiento a los felices y convulsos años de las vanguardias, desde la contracultura de los años sesenta en el pasado siglo, atrapada entre la paradoja de la ansiedad y la liberación que nos ofrece la cultura pop, al hedonismo de masas que representa una aspiración legítima en el mundo tecnologizado del siglo XXI.
En la gran mayoría de las creaciones los personajes sufren todo tipo de males y desgracias, pero también buscan desesperadamente el gozo: comen, disfrutan del sexo, juegan a desafiar la vida, buscan refugios en la naturaleza y el arte. Desafían su naturaleza humana con pulsiones que ponen a prueba su capacidad de resistencia y se evaden mediante incursiones en la comida, la fiesta, la droga, los viajes, la velocidad, las emociones fuertes que les enfrentan a todos los límites de sí mismos.
Desde Epicuro, Platón y Aristóteles a Casanova o Shopenhauer, del Kamasutra a Las mil y una noches, Pantagruel y el Decamerón o la picaresca española, la reflexión y la búsqueda del placer, en perpetua tensión con las normas represoras de la sociedad y la moral que dictan, sobre todo, las religiones, ha formado parte de la cultura universal a lo largo de milenios. Necesitamos reivindicarla con toda la fuerza hoy como parte indisociable, necesaria y vital de nuestra identidad.
Jesús Ruiz Mantilla
Director artístico de Festival Eñe